La cuarta jornada de la liga ACB nos ha deparado lo que podríamos llamar normalidad, dentro de la lógica de las plantillas de la liga, siendo el Blancos de Rueda de un desconocido Sinanovic la única excepción en cuanto a resultados, que no en cuanto a juego. Y es que un cansado y poco inspirado Madrid estuvo a punto de hundirse frente al CB Canarias, equipo que juega con un presupuesto mínimo. Al final un arreón de la plantilla cuajada de estrellas de los peninsulares, dejó a los canarios con la miel de la gesta en los labios.
El CB Murcia nos brindó, como no podía ser de otra manera, un final de infarto que esta vez termino de manera positiva, aunque con unos riesgos tan grandes que solo la ansiedad demostrada por los jugadores del Lagun Aro nos libró de la prorroga o incluso de algo peor.
Y es que el partido que comenzó con un flojo Murcia, que perdió los dos primeros cuartos ni acertado en el tiro ni fuerte en defensa y al que salvaba los fallos de los donostiarras y algún destello de nuestros jugadores, salio muy enchufado y “agachando el culo” del descanso y casi doblo la anotación del rival en el tercer cuarto (25 a 13). Con cinco puntos arriba el cuarto final puso de manifiesto lo peor de ambos equipo: la ansiedad de los blancos y el cansancio y los nervios de los nuestros. A la postre, Berni tiró de galones y de veterinaria para poner un poco de orden en el marasmo final y permitir poner la segunda victoria en el casillero.
Lo mejor del partido fue el resultado positivo, lo peor la falta de rotación y el cansancio al que se vieron abocados varios jugadores. Lo que ocurre es que si bien existe un quinteto bastante potable dentro de sus limitaciones, el inicial del partido (Frach, Gatens, Berni, Barlow y Lewis), luego en las rotaciones no está nada claro que existan garantías de que se aporte lo suficiente y eso se nota en la confianza del técnico y a la postre en el rendimiento final de los titulares. El banquillo, una vez mas, se muestra insuficiente.
Lo peor es cuando se une el rendimiento del banquillo con las limitaciones de los titulares, siendo la mas importante de estas la falta de respuesta de nuestros interiores a jugadores altos y pesados. El domingo vimos un ejemplo claro cuando David Doblas posteaba como y cuando quería, siendo una autentica pesadilla para nuestros interiores en la defensa de la zona. El carecer de un pivot grandote y alto aunque no necesariamente muy hábil, nos va a pasar factura no solo contra equipos de “gama alta” si no también contra equipos mas modestos y con interiores normalitos pero voluminosos, tipo Barnes o Mejri. Un interior de este tipo y que no sea muy caro nos permitiría variaciones en el juego de las que ahora carecemos. Por que esperar que Tillie mejore y se atreva a entrar en la zona como un pivot de verdad, parece caso perdido aunque por altura no creo que escape a sus posibilidades. La ultima ficha que nos queda debería asignarse ya y no esperar, como siempre, a la segunda vuelta cuando las apreturas ya son importantes.
Otro capitulo es el culebrón Ragland. Si la solución va a tardar en llegar y encima no esta cobrando el jugador ¿Que problema había en haber traído un temporero que garantice una rotación mínima? Y si el rendimiento merecía la pena, ya teníamos un recambio para el caso que el tema del pasaporte no se solucione. Sobre todo teniendo en cuenta que Miso como base, ademas de ser muy irregular, ralentiza mucho el juego, siendo la velocidad en ataque un arma fundamental para aprovecharnos un poco de nuestros interiores “ligeros”.
Finalmente decir que me quito el sombrero ante un Berni, que se sabe líder y lo es merecidamente y espero que este callando esas bocas que decían que venia aquí poco menos que a esperar la jubilación. También Gatens me trasmite buenas sensaciones y a poco que le apoyen puede ser una pieza clave y de calidad en el juego exterior. De los restantes Antelo cubre su rotación de último interior con ganas y aunque creo que puede mejorar no creo que se le pueda pedir mucho mas, superando con creces todo lo que aportaba Rejón el año pasado.
Por contra tanto Tillie, perdido por la pista cual Kurz de la vida, como Jasen que comete error tras error y lo sabe, no están dando un nivel mínimo de calidad cuando entran en pista. Lo que mas duele es que cambiáramos un hombre con el oficio y la entrega de Grimau, que el año pasado hizo de perro de presa y secó a tantos contrarios, por un jugador que lleva ya dos años totalmente “empanado” en la pista.
En fin, a trabajar chicos, que queda mucho por corregir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario