La balsa de la "Medusa".

ACB: CB Murcia (72) vs. Kalise Gran Canaria (83).



Parece que estamos al borde del desastre un año más y que como en el cuadro de Géricault solo nos salva de la muerte una frágil balsa bajo nuestros pies. La amenaza del descenso e incluso de la desaparición se cierne sobre el club de nuevo. El problema es que nos subimos a esta balsa el año pasado, tras el naufragio que supuso la huida de Polaris World (el mismo que ahora se anuncia por las marquesinas murcianas y que esta echando trabajadores a montones) y sigue siendo igual o más endeble que entonces. De hecho la vela de la esperanza se ve cada vez más tenue.

En esa dinámica y tras unos partidos salvados gracias al buen hacer y el compromiso de algunos jugadores (Gracias Donatas, de corazón), que no de la dirección, cuerpo técnico o instituciones murciana, volvemos a caer en los últimos partidos en la sensación fatalista de impotencia y falta de ideas con la que parece imposible ganar a nadie. Se abandona el camino empezado en Mahón con la victoria al Menorca, en la que la remontada del nivel de juego nos hizo concebir esperanzas e ilusionó a la afición haciéndonos creer que este equipo podía ganarle a cualquiera y que podía ganarse holgadamente la permanencia. No estaba tan lejos de la realidad, ya que aunque corta en cantidad existe una plantilla con calidad suficiente para ganar a casi cualquier equipo. De la dirección ya vimos todos lo limitada que es y las pocas ideas que tiene y ese ha sido el principal lastre de este CB Murcia: La falta de un entrenador capaz de motivar y dirigir a los jugadores, de plantear los partidos, de tomar decisiones, de ser un técnico solido y creíble. Unido a una directiva inoperante y unos patrocinadores fantasmales llevan al club al borde del abismo.

Así no es raro que el fuelle se halla deshinchado y hoy, otra vez hemos visto como un equipo sólido con buenos jugadores pero sin grandes estrellas ha planteado un partido sencillo técnicamente pero que ha desmantelado a nuestro equipo totalmente. Lo peor no ha sido la derrota, ni tan siquiera que jugadores fundamentales como Barnes o Dean sigan ausentes, lo peor es la sensación de impotencia, de no tener soluciones frente a un equipo motivado y eficaz pero sin grandes florituras.

Esperemos que la semana próxima veamos el equipo que gano al DKV Joventud y no al de hoy o el de Valencia. En ello nos va la continuidad de la ACB en Murcia.