EUL: CSKA de Moscú (71) vs. Panathinaikos (73).
Este es el gran espectáculo del baloncesto europeo. Equipos que juegan al limite, plantillas estelares y una competición que, dejando al margen las rivalidades locales de las ligas nacionales muestra el mejor juego del continente.
Tras la derrota del CF Barcelona en la semifinal por un ajustado y trabajado 78-82, el CSKA se presentaba como favorito gracias a su equipo cuajado de grandes jugadores. Pero como suele ocurrir las cosas no iban a ser como se esperaba.
Una primera parte arrolladora por parte del Panathinaikos, sobre todo de la mano de Jasikevicius y Diamantidis, que pulveriza literalmente al CSKA y lo deja 20 puntos abajo dejaba a los espectadores con la boca abierta y a los rusos con la desesperación marcada en el rostro. Pero cuando todos creíamos que la final estaba casi terminada con esta primera parte magistral de los griegos, los del CSKA se sobrepusieron y vistiéndose el mono de trabajo se lanzaron en la segunda mitad a un partido centrado en una defensa numantina y en ir arañando puntos al rival. En el final del último cuarto pudimos ver uno de esos partidos, de infarto para los seguidores de cada equipo, en el que se alternaban ventajas y acercamientos, errores y grandes jugadas. Al final, el que más dio en la pista fue el equipo del Pireo que merecidamente se llevo el titulo este año.
¡Que grande es el baloncesto!
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