CB Murcia (86) vs. Xacobeo Blue-Sense (66).
El estupor se pinto en nuestras caras cuando vimos el quinteto inicial diseñado por Moncho, con su puesto en juego. Marco, Robles, Xavi, Powell y Moss, techo con tres jugadores de 2,10 sentados. Era una clara llamada al compromiso, a la dedicación al margen de la supuesta calidad.
La cosa fue a trancas y barrancas el primer tiempo en donde los gallegos aprovecharon cualquier despiste de sus defensores para ametrallar a triples nuestro aro, logrando unos porcentajes de escándalo. Perdidas e imprecisos de tiro ponían el nervio en tensión a los aficionados, entregados en una noche que sabíamos iba a ser de sufrimiento. Xabi con 7 puntos consecutivos y dos robos y Vujavic con sus entradas mantenían vivo al equipo en tanto que Moss se veía vapuleado por los interiores contrarios, mucho mas voluminosos, ante la pasividad arbitral (¡Que noticia!). Poco a poco se fueron entonando los exteriores lo que unido a una defensa asfixiante nos permitió cerrar la primera mitad por debajo pero lo suficientemente cerca en el marcador para dejar el partido abierto.
En el tercer cuarto una antideportiva de Faverani y canastas casi consecutivas de Oscar (Con un animo y unas ganas inconmensurables) revolvierón algo en el equipo y se rompió el partido haciendo un parcial de 15 a 30 con tiros exteriores de Robles y Vujavic, con un Marco que se atrevía a penetrar y un Prestes que comenzó a ver la luz. Nos marchábamos de 23 puntos y tras un intento de recuperación , a los tres minutos del cuarto final el Xacobeo tiro la toalla y su objetivo era bajar de los 20 puntos de diferencia.
Esto se pudo hacer gracias a defender "a cara de perro" todo el tiempo y de hecho la diferencia mas abultada a favor de los gallegos se debió a la relajación de la defensa de un par de jugadores, que afortunadamente se corrigieron.
El partido fue raro raro. De hecho no creo que fuese un buen partido, pero probablemente fue el que se podía hacer a base de recurrir solo cosas sencillas: Defensa hombre a hombre y por toda la cancha, penetraciones rápidas y tiro exterior circulando el balón rápidamente, dejando las jugadas al 5 para cuando se abría mucho la defensa. Ni florituras hasta el casi el final (con un par de mates de Prestes), ni jugadas muy elaboradas, ni defensas zonales, solo lo esencial.
Pueden jugar mejor (sobre todo si Delinninkiakis le hechase ganas), pero ayer no había que jugar bien, había que ganar con autoridad y se hizo: Se gano por narices, aunque al principio se sufriese.
De todas formas queda mucho que hacer en el equipo. Esperemos que se aclaren las ideas y no sigamos sufriendo tanto.
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