16 de enero de 2010

El valor del grupo.

LCM 09/10: CB San José de la vega (42) Vs. CB Águilas A (62).

Duro partido vivido por los cadetes este fin de semana ante el segundo equipo del grupo C y que se resolvió en un duelo de defensas, en el que se impuso la mas consistente y agresiva.


Comenzó un primer cuarto dominado por una durisima defensa individual de los visitantes, respondido por una zona férrea que se mostró eficaz durante los primeros diez minutos, terminando con un equilibrado 12 a 9 que auguraba mejores resultados que los que vinieron después.
En este cuarto tuvo lugar un hecho que también seria capital en el desarrollo del encuentro: Al aviso por parte de uno de los árbitros de la invasión del campo por parte del entrenador aguileño, este le abroncó a voz en grito con tan mala educación que justificaba sobradamente haberle sancionado con una falta técnica. Lejos de hacerlo, al colegiado se inhibió del encuentro y no pitó prácticamente ninguna de las faltas que continuamente hicieron los jugadores del CB Águilas. Ante el clamor de la grada local, los colegiados decidieron borrarse del encuentro y no pitar nada absolutamente, solamente unas pocas faltas tan evidentes que hubiese sido de escándalo no hacerlo. Ni pasos, ni zona, ni el juego de codos ilegal (que lesiono a dos de los nuestros), ni ninguna infracción fue sancionada como debía.
A partir del segundo cuarto los jugadores del CB Águilas se dieron cuenta de que tenían el camino expedito al juego sucio y se entregaron a un festival de empujones, golpes y codazos. Los nuestros irían a lo largo del partido relajando la defensa y cada vez encontraban mas dificultad para anotar, viéndose al final del periodo un marcador de 20 a 25 que dejaba el partido abierto.

La segunda mitad fue mas de lo mismo, con un equipo local cada vez mas débil en defensa, perdido en los rebotes y con serias dificultades para subir el balón debido sobre todo al continuo hostigamiento en falta a nuestros bases. Así el parcial del tercer cuarto fue de 9 a 18 y el del ultimo, con la normal relajación debida al cansancio, se quedo en 13 a 19. Este cuarto final vio también como uno de los jugadores del CB Águilas agredía a Liza tras un fuerte empujón de este, como muchos de los que habían soportado los nuestros, tirando con rabia el balón al pecho de nuestro jugador. Lo que debía de haber sido una falta descalificante (con el reglamento en la mano) y una sanción posterior con los partidos oportunos de inhabilitación, quedó en una mera antideportiva y en el olvido de la falta de Liza. Flaco favor hacen los árbitros en no castigar como merecen tanto a uno como a otro, sobre todo por ser jugadores en fase de formación.

A pesar de la mejora en efectividad defensiva, sobre todo aplicando una defensa en zona que permite aportar a casi todos los jugadores en la misma, nos faltó garra y agresividad para responder a su presión en la subida del balón con la misma medida: Agobiar al base cuando aún esta en su campo y no dejarle pensar las jugadas. Eso habría dado juego a algunos jugadores que se quedaron en el banquillo mucho tiempo y que, mas frescos, podrían haber limitado la fluidez del juego de un rival que llegaba demasiado cómodo a nuestro campo.
Otra de las claves de nuestra derrota se desprende solo del examen de las cifras: De los 42 puntos conseguidos 32 lo fueron por tres jugadores, que además permanecieron meritoriamente en pista hasta la extenuación. La baja o nula aportación de los restantes jugadores, pone en entredicho la capacidad del equipo para compromisos un poco serios o en el caso de lesiones. Tanto la técnica individual de tiro como los movimientos propios de cada puesto y la actitud requieren mas trabajo y mejor ejecución. Como ejemplo valga la pésima, una vez mas, efectividad en la línea de tiros libres, los bloqueos mal ejecutados o la incapacidad de postear correctamente de nuestros muchachos. Corregir esto nos daría con seguridad la llave del triunfo.

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