CB San José de la Vega (69) vs. CB Sierramar (81).
Hoy se planteaba un partido complicado en casa al recibir al CB Sierramar, que se impuso en la segunda salida de nuestro equipo. A este precedente se unía la baja de nuestro base titular, Adrián y de los escoltas Jorge y Germán.
Con esta perspectiva cabria esperar dificultades, tanto en la circulación del balón como en los cierres de los exteriores y en los contraataques, que requieren gran velocidad. Sorprendentemente nuestros problemas vendrían justo en lo que sobre el papel eramos mas fuertes: El rebote.
El papel de base, repartido entre Juan Carlos, Pagan y Rodrigo quedo bien cubierto, con anotaciones muy meritorias, pero no pudieron evitar que el primer cuarto fuese de dominio visitante, aunque por un mínimo tanteo (19 a 21), fruto de una reacción de los nuestros que hicieron valer su mayor talla y fortaleza para imponerse en las zonas. El rebote, no obstante no daba resultado y tampoco lo dio en el segundo cuarto, en donde una férrea defensa al hombre de los unionenses y un desacierto de tiro escandaloso propiciaron una diferencia de 9 puntos al descanso.
La salida del vestuario fue propicia para nuestros colores y con el dominio del rebote en la zona fundamentalmente mediante Clares y Garcia, se avanzó en el marcador apoyados en una defensa de zona 1-1-3, ejecutada perfectamente por los 1 y 2 del equipo y que consiguió desbaratar la contundencia del ataque visitante. Un par de espectaculares contraataques de Liza nos hacia prever un final favorable, que desgraciadamente nunca llegaría.
El cuarto final, arrancando con 6 puntos arriba, comenzaba marcado por el cansancio y las imprecisiones de ambos equipos , que dejaban un rosario de faltas innecesarias y muy escasos puntos en ambos marcadores.
Con 7 puntos de ventaja, una antideportiva muy severa pitada a Liza y protestada hasta el exceso por Cristian, desbarató totalmente a nuestro equipo. Como un barco con el timón roto, nuestros jugadores olvidaron la disciplina y los sistemas de juego evaporando la defensa que tan bien había funcionado, al tiempo que el rebote volvía a desaparecer y un Sierramar rápido y correoso en los minutos finales nos endosó un parcial de mas de 18 puntos, ante la desesperación de la afición, el enfado de Cristian y la impotencia de nuestros jugadores.
En resumen un partido para estudiar, ya que de poder haber ganado incluso con comodidad se pasó a perder con contundencia en menos de 9 minutos, fundamentalmente por una cuestión de mentalización de nuestros chicos que no supieron mantener la calma en los momentos críticos.
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