24 de octubre de 2009

El mal camino.

CB Cartagena (124) vs. CB San José (41).


El marcador lo dice todo de uno y otro equipo y resume perfectamente el partido.

Comienzo esperanzador de los nuestros, ya que en principio se hizo un primer cuarto en el que durante una parte se marcho igualado, con muchas imprecisiones y errores por ambos contendientes, para mas tarde decantarse del lado cartagenero mediante acertados robos y una presión cada vez mayor.
El segundo cuarto marco la división de los caminos de cada equipo: El CB Cartagena se encontraba cada vez mas cómodo y nos fue tomando la medida poco a poco, mediante un juego simple (cortes de pase, dos contra uno, pases largos al jugador retrasado....) pero muy efectivo. Ellos se crecían y sin casi defensa por nuestra parte, encajábamos 30 puntos en un cuarto en el que marcábamos unos escuálidos 11 puntos. Nosotros poco apoco naufragábamos en nuestros errores mas que en sus aciertos.

La segunda mitad tomaba tintes horrendos al hacerse el partido mas físico y seguir los cartageneros con el mismo juego, que les funcionaba reiteradamente y que los nuestros se mostraban incapaces de parar. El cansancio y el desanimo se pintaba en las caras de nuestros chicos, que fallaban hasta las cosas mas fáciles y ensayadas. Esto fue aprovechado por un rival solo preocupado de humillar al contrario, manteniendo una presión asfixiante sobre un equipo derrotado.

Pobre favor hizo, en nuestra opinión, el entrenador del CB Cartagena a sus jugadores propiciando una actitud tan poco deportiva, cuando en las categoría inferiores debería primar la humanidad sobre el ansia de hacer daño. Afortunadamente pocas veces en los equipos base se suele ver tal encarnizamiento y revela la talla moral de su director, que no tiene en cuenta que los chavales están en esta categoría fundamentalmente para formarse en el espíritu deportivo (que deberia de acompañarles es toda su trayectoria) y no para aprender a disfrutar humillando a otros chavales como ellos.

Los nuestros, al margen de lo anterior, adolecieron de falta de dirección, de pocas jugadas y de unas lagunas en técnica individual enormes, fallando por ejemplo un numero escandaloso de tiros libres. La defensa fue rácticamente inexistente y mientras algunos de nuestros muchachos dieron todo lo que tenían, con mas o menos acierto, otros parecían pasearse por la pista sin tan siquiera correr las transiciones, con una concentración y un compromiso casi nulos.

En fin esperemos que Cristian corrija estos errores, que los jugadores le presten mas atención y retomemos otra vez la buena senda, olvidando el amargo sabor que muchos tuvieron este sabado.

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