Querer y no poder.

ACB: CB Murcia (75) vs. Bilbao Basket (80).

Esta claro, por mucho intentarlo, por mucho echarle narices, solo con esto no es suficiente para ganar un partido.
Hoy Moncho comenzó con otro golpe de timón, dando la titularidad y el protagonismo a los castigados Moncasi y Delininkiakis. El primero respondió mas o menos bien, en tanto que el segundo, del que no duda nadie de su calidad, parece no encontrarse a si mismo aún. De todas maneras los cambios introducidos por Moncho daban un poco la sensación de “palos de ciego”, como si no tuviese nada definido. No creo que sea bueno improvisar tanto y para probar varios sistemas de juego están los entrenamientos, mas cuando el equipo atraviesa una crisis importante y los jugadores salen a la pista con aparente desgana y desorientación.



Así ¿Por que Moss estuvo sentado un cuarto y medio mientras Prestes se veía totalmente despistado? ¿Por que Vujavic ralentizaba tanto los ataques apurando la posesión cuando debíamos remontar un marcador adverso? En fin, podríamos seguir cuestionando cosas, pero lo cierto es que se remonto en base solo a la casta de los jugadores, no a la buena organización y el buen juego y que esta vez no fue suficiente. Sobre todo con unos árbitros que viene a reírse de nosotros semana tras semana. ¿Como si no interpretar la personal pitada sobre Scepanovic, bastante después de efectuar un tiple que empataba el partido, y que anulaba los tres puntos? A la postre ya deberíamos haber aprendido que no podemos esperar que los árbitros no piten ni tan siquiera con un mínimo de ecuanimidad, así que hay que ganar con autoridad sin esperar nada de ellos.


A mi me da pena Moncho, un entrenador entregado y comprometido que se ha ganado el cariño y el respeto de todos los aficionados. Quizá no tanto el de los jugadores, por que si no es difícil explicar lo visto en la cancha. Para mi, después de un inicio de temporada bastante potable, el punto de inflexión lo marco el partido con el Lagun Aro a partir del cual se entro en una crisis de nervios que siguió con el ridículo de Alicante y una búsqueda desesperada de soluciones, pero dando la sensación de no saber que dirección tomar.

La verdad es que no se intuye ninguna solución y en esa tesitura parece lógico buscar a alguien que pueda solucionar el lió en que nos hemos metido. Esta claro que nuestra situación no es solo culpa del entrenador, pero tal y como están las cosas no se puede continuar sin cambiar algo, por que así no solo somos carne de LEB si no también el ridículo de la ACB.