13 de febrero de 2011

¿Quo vadis San José?

LCM 2010/11: Canow Caravaca (87) vs. CB San José (54).

Escribo el que casi con seguridad sera último comentario sobre el sufrido equipo cadete del CB San José de la Vega. Y lo hago no para reseñar ni este ni ninguno de los últimos partidos a los que ya no he asistido, lo hago para romper una lanza por nuestros chicos, por este grupo de jugadores sacrificados desde minibasket y que lo siguen siendo semana tras semana acumulando resultados adversos.



Y es que los muchachos que quedan en el equipo y muchos de los que ya no están, derrochan corazón y ganas, ven como su gran progresión física no se acompaña por un desarrollo técnico paralelo y mal dispuestos en la pista se dejan la piel sin esperanza de mejora.
Son lo mejor del club y no merecen que este les abandone como creo que se esta haciendo. No son incapaces, no son malos, no son vagos y merecen que alguien tome la decisión de apoyarles, alguien con mas conocimientos y mejores recursos que su actual entrenador. Alguien que les permita por lo menos crecer como jugadores y no los tenga año tras año estancados en su juego, dejando su desarrollo deportivo en manos de sus capacidades innatas o su buena voluntad y que les enseñe que aunque a veces hay que perder, es importante hacerlo con dignidad.
No basta con echar siempre las culpas sobre las espaldas de los jugadores, decir que han sido “blandos en defensa” o que han “olvidado como se juega al baloncesto”: El entrenador tiene la obligación moral de darlo todo también y si tácticamente se ve superado semana tras semana, o bien renueva sus planteamientos y aprende a sacarle partido a sus jugadores o debe buscar la ayuda o el relevo. Ya se que suena duro e incluso injusto, pero lo mas injusto es ir perdiendo jugadores de la plantilla por puro hartazgo y que los que quedan tengan que soportar palizas vergonzosas.
Nuestro equipo tiene una plantilla físicamente impresionante, jugadores de una calidad innata enorme y son muy mayores como para soportar esta situación semana tras semana. Y el club tiene una historia como para no permitir que jugadores que consideraban al club como (palabras textuales) su segunda familia, tengan que abandonarlo presa de la desesperación y la vergüenza.

Un clásico del rap lo expresa así:



Me gustaría que esto contribuyera a que estos chicos, con el tiempo al pasar delante del pabellón del CB San José, pudieran decir con orgullo “yo formé parte de el”.

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